La pregunta sobre Dios sigue estando de actualidad. Sigue interesando. Es una cuestión que interpela desde siempre al hombre, que planea sobre él desde que es consciente de su propia existencia, desde que empieza a pensar y se interroga sobre su origen, su destino final y sus motivaciones.
¿Por qué creer? ¿Para qué sirve creer? ¿Está el creyente mejor preparado ante los grandes problemas de la vida, para hacer frente al enigma del mal y de la muerte? ¿Por qué creer en la Iglesia? ¿Cuál es la verdad sobre las páginas más difíciles de su historia? ¿Debe aceptarse todo lo que dice sobre ética sexual? Este libro trata de dar respuesta a estas y otras muchas preguntas.
«Si usted y su familia actúan irresponsablemente, le mataremos. Por favor coopere». El arquitecto Bosco Gutiérrez Cortina lee el mensaje despacio. Vive desnudo y aislado en un espacio minúsculo, sin luz natural. No escucha una sola voz y no sabe cómo ni por qué ha ido a parar allí. Los gritos y los golpes de cuando lo metieron súbitamente en un coche todavía resuenan en su mente. Aún no sabe que lo esperan 257 días de gran incertidumbre. Los secuestradores se comunican y comienzan las negociaciones. La misión de la familia es recuperar a Bosco. Pero él tiene sus propias negociaciones que resolver: ¿Desesperar o esperar? ¿Limitarse a la miseria de un espacio físico ínfimo o cuidar la riqueza de su “espacio interior”?
“La Santa Misa es el centro y la cumbre de la vida cristiana” Por eso no es extraño que muchos autores hayan intentado penetrar en su misterio, legándonos cientos de obras de gran valor. Este pequeño libro pretende acercar algo de ese tesoro de sabiduría al cristiano de hoy. Va recorriendo casi paso a paso los momentos de la celebración, tanto en su dimensión litúrgica como en su significado espiritual. Tiene el valor agregado de algunos textos de grandes autores que coronan cada capítulo.
Mónica Astorga Cremona es una monja carmelita que vive en un convento de su congregación a las afueras de la ciudad de Neuquén, Argentina.
Desde hace más de nueve años dedica gran parte de su tiempo a las mujeres trans que acuden a ella en busca de auxilio. Como una madre, Mónica lucha para que cada una recupere su dignidad, abandone la prostitución y pueda tener una vida digna.
Con una sonrisa serena las lleva a Dios, a quien descubren como un gran Padre y Consolador. Su actividad ha suscitado aplausos y condenas. Sin embargo, ella sigue adelante: sabe que la misericordia de Dios es infinita y que Él no hace acepción
de personas.
La adoración no se limita a los tiempos de adoración del Santísimo Sacramento, sino que se extiende a toda la vida cristiana. Desde esta perspectiva más amplia pretende ampararse esta obra, que fue escrita pensando en laicos que desean profundizar en su fe.
En esta época de diálogo interreligioso importa comprender las raíces humanas naturales de la adoración, y después escuchar lo que dice la Palabra de Dios.
La adoración debe estar presente en toda la vida cristiana, y desde estas páginas se intentará descubrir cómo la adoración del Santísimo Sacramento ayuda para vivir como adoradores en espíritu y en verdad.
“Alegría y sensatez” fue escrito sobre todo con la limpia ilusión de reproducir lo más fielmente posible algunos aspectos de la doctrina y las palabras de san Josemaría. Muchas veces el autor hace referencias a sus escritos o dichos literalmente, y siempre con la intención de transmitirlos tal como los ha vivenciado al tomar contacto con ellos.
¿Qué es el amor? ¿Qué papel juegan los sentimientos en la vida? ¿Cómo ser fieles cuando cuesta amar?
Toda pregunta sobre el amor encuentra respuesta y realización plena en Dios, que es amor. Se trata de escuchar a Jesús que nos dice “Como yo los he amado” (Jn 13, 34).
Amar y sentir a Dios busca responder a una pregunta del papa Francisco: “¿Cuál es la materia más importante que hay que aprender en la vida? Aprender a amar”.
Para esto analiza la relación entre amor y sentimientos, y propone orientaciones prácticas para la integración armónica de los afectos de la vida del cristiano.
Recopila 18 meditaciones en las que habla a personas de carne y hueso, que tienen ya en el alma la vida de Dios o que están dispuestas a acercarse a Él.
Constituyen una catequesis de doctrina y de vida cristiana donde, a la vez que se habla de Dios, se habla con Dios. Su contenido gira en torno a las virtudes teologales y humanas, y a otros motivos centrales de la vida espiritual, como la oración y el apostolado.
Este libro se dirige, ante todo, a cristianos corrientes que, pese a sus limitaciones, se afanan día tras día por mejorar la calidad de su amor. También será útil a quienes estén menos familiarizados con la vida cristiana. ¿Quién no busca la paz interior, la autoestima sin engaños o una mayor capacidad de amar?
El Amor revelado por Cristo es capaz de purificar nuestros amores y colmar los anhelos más profundos del corazón. Ya en esta vida, ese Amor nos concede la mayor felicidad.
Bernadette Soubirous era la hija mayor de un humilde molinero. Con 14 años, el 11 de febrero de 1858, se le apareció una bella señora en una gruta de las afueras de Lourdes, cuando iba a buscar leña. La señora la citó varias veces consecutivas y le fue revelando poco a poco su mensaje y, finalmente, su nombre: la Inmaculada Concepción.
Bernadette, prácticamente analfabeta, pero muy piadosa y poseedora de una gran valentía, tuvo que sufrir mucho. Casi nadie le creía, pero ella mantuvo una firme lealtad y mostró sinceridad al transmitir el mensaje de la Señora.
En 1862 la Iglesia Católica dictaminó solemnemente la veracidad de las apariciones. Pronto estuvo levantada una basílica en honor a la Señoa.
En 1907, Pío X declaró la festividad de Nuestra Señora de Lourdes (11 de febrero) como fiesta universal de la Iglesia. Bernardette due canonizada por Pio XI el 8 de diciembre de 1933, día de la Inmaculada Concepción.