La humanidad y el espíritu de tolerancia fueron dos rasgos destacados de la personalidad de Angelo Roncalli, aspectos que desde el inicio caracterizaron su misión apostólica y que él mismo supo convertir posteriormente en las señas de identidad de su papado. Así, el papa Juan XXIII, conocido popularmente como el «Papa bueno», contribuyó enormemente a fomentar el ecumenismo entre los cristianos y la educación para la paz entre todos los pueblos, y fue además el principal impulsor del Concilio Vaticano II, que supuso una importante renovación de la Iglesia católica.
Este libro es una llamada a la esperanza. Somos libres, a pesar de las circunstancias adversas que nos pueden rodear e influir. Y no sólo tenemos el derecho, sino también el deber de ejercer nuestra libertad, precisamente en este mundo sutilmente tiranizante en que nos ha tocado vivir. Nadie está llamado a ser un «autómata» sin rostro.
Todo hombre puede ofrecer al mundo muchas sorpresas, aportar pensamientos nuevos, soluciones originales, actuaciones únicas. Es capaz de vivir su propia vida, y de ser fuente de inspiración y apoyo para otros.
¿Es posible alcanzar la santidad siendo un adolescente de 14 años que va al colegio, que tiene amigos, que se divierte? La respuesta es si.
el 12 de junio de 1954, el papa Pio xii elevo a los altares a santo Domingo Savio.
¿como fue su vida? Un compañero suyo, Lucas Fiorini, nos lo cuenta en primera persona
Este libro brinda testimonios de vida de Los Espartanos, el equipo de rugby de la unidad nº 48 de San Martín.
La pelota de rugby y el rezo del rosario parecen ser los atajos que preparan el terreno para dar el gran salto al vacío: pedir perdón, perdonar, y perdonarse. Cuando se alcanza ese punto de maduración en la historia de cada uno, las personas quedan listas para aprovechar una nueva oportunidad. Porque siempre se puede volver a empezar. Y como nos enseñó el papa Francisco: «En el arte de ascender lo importante no es no caer, sino no permanecer caído».
«Es un hombre de Dios que me hace mucho bien al alma y a mi vida espiritual», dijo Jorge Mario Bergoglio sobre José María Di Paola, más conocido como padre Pepe.
El lector conocerá un estilo sacerdotal muy cercano al propuesto por el papa Francisco al recorrer junto con Di Paola la Villa 21/24, de Barracas, el día en el que ese sacerdote se despidió de su gente tras ser amenazado de muerte. Será testigo también de los hechos que ayudaron al hijo mayor de una familia de clase media porteña a decidir su vocación, de sus crisis y experiencias en el monte santiagueño.
¿Puede el ser humano desarrollarse sin contar con las comunidades locales en las cuales transcurre su vida? ¿Cómo pueden prosperar las comunidades locales en función del bien individual y del bien común? A partir del pensamiento de Alasdair MacIntyre pudimos encontrar las respuestas a estas preguntas.
En este trabajo explicaremos que tanto el desarrollo personal como el desarrollo comunitario implican una determinada propuesta ética-política: la ética de las virtudes y la política de las comunidades locales.
La vida de Agustin de Hipona consistió en la superación continua de todo aquello que lo apartaba de su ideal: la verdad. Este joven decidido a encontrarla no se detuvo ni siquiera ante los errores que pudo cometer, siempre contando con la honradez de su conciencia en sus acciones. El arrepentimiento y el reconocimiento de los fallos le dieron en su labor pastoral la humanidad necesaria para comprender a todos los seres humanos, en especial a sus hermanos en la fe.
Francisco nace en 1506 en el castillo de Javier (Navarra) y muere en una isla del mar de China en 1552, agotado tras diez años de febril actividad como misionero. Sus itinerarios de este tiempo podían dar varias vueltas al mundo. Una muestra de superación y valentía para quien sólo disponía de sus pies. No era Francisco un trotamundos; la razón de sus largas singladuras y caminatas era su decisión de «ayudar al prójimo» en la más profunda de sus necesidades y carencias, cual era el desconocimiento de Dios y de su enviado Jesucristo. Nunca se echó atrás por difícil o arriesgada que fuera la empresa. Y su secreto era que había puesto totalmente su confianza en Dios.
Josemaría Escrivá de Balaguer nace en Barbastro, Huesca, el día 9 de enero de 1902. Una mañana de invierno, cerca ya de los dieciséis años, el joven bachiller descubre huellas de pies descalzos sobre la nieve, que pertenecen a un sacerdote carmelita. Tal ejemplo de generosidad y entrega conmueve su alma. Este fue el comienzo de una llamada divina para realizar algo grande que él desconoce, pero que su corazón desea ya con ardor. Por lealtad a Dios, decide hacerse sacerdote y es ordenado en Zaragoza, años después, el 28 de marzo de 1925. El día 2 de octubre de 1928, en la ciudad de Madrid, ve con claridad lo que Dios le estaba pidiendo. Tras la celebración de la Santa Misa, recibe la iluminación de fundar el Opus Dei y la misión de promover la llamada de todos a la santidad, por medio de la santificación del trabajo y de las tareas ordinarias. El día 17 de mayo de 1992 fue proclamado Beato por el papa Juan Pablo II en la ciudad de Roma, donde fue canonizado el día 6 de octubre de 2002.