El libro tiene la forma de treinta y una cartas supuestamente escritas por el anciano diablo Escrutopo a su sobrino Orugario. En ellas, el viejo diablo aconseja a su sobrino sobre la (des)orientación que éste debe de darle a su “paciente” (un joven desconocido) para alejarle de Dios (“el Enemigo”), de la religión y del bien. De este original e ingenioso modo, Lewis hace una demostración de conocimiento del corazón del humano, de sus miserias y de sus grandezas, y sobre todo, de cómo el hombre se juega la vida en el ejercicio de ese don otorgado por “el Enemigo”: la libertad
Cartas del diablo a su sobrino – C. S. Lewis
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La pregunta sobre Dios sigue estando de actualidad. Sigue interesando. Es una cuestión que interpela desde siempre al hombre, que planea sobre él desde que es consciente de su propia existencia, desde que empieza a pensar y se interroga sobre su origen, su destino final y sus motivaciones.
¿Por qué creer? ¿Para qué sirve creer? ¿Está el creyente mejor preparado ante los grandes problemas de la vida, para hacer frente al enigma del mal y de la muerte? ¿Por qué creer en la Iglesia? ¿Cuál es la verdad sobre las páginas más difíciles de su historia? ¿Debe aceptarse todo lo que dice sobre ética sexual? Este libro trata de dar respuesta a estas y otras muchas preguntas.
Este libro brinda testimonios de vida de Los Espartanos, el equipo de rugby de la unidad nº 48 de San Martín.
La pelota de rugby y el rezo del rosario parecen ser los atajos que preparan el terreno para dar el gran salto al vacío: pedir perdón, perdonar, y perdonarse. Cuando se alcanza ese punto de maduración en la historia de cada uno, las personas quedan listas para aprovechar una nueva oportunidad. Porque siempre se puede volver a empezar. Y como nos enseñó el papa Francisco: «En el arte de ascender lo importante no es no caer, sino no permanecer caído».
«Es un hombre de Dios que me hace mucho bien al alma y a mi vida espiritual», dijo Jorge Mario Bergoglio sobre José María Di Paola, más conocido como padre Pepe.
El lector conocerá un estilo sacerdotal muy cercano al propuesto por el papa Francisco al recorrer junto con Di Paola la Villa 21/24, de Barracas, el día en el que ese sacerdote se despidió de su gente tras ser amenazado de muerte. Será testigo también de los hechos que ayudaron al hijo mayor de una familia de clase media porteña a decidir su vocación, de sus crisis y experiencias en el monte santiagueño.
El pequeño país de Ruanda, ubicado en África Central, es hoy mundialmente conocido por una sola razón: el terrible genocidio de 1994, que se llevó la vida de más de un millón de inocentes y dejó la tierra bañada en sangre y reducida a cenizas.
En medio del horror y la desesperación en la que se vieron sumidos Hutus y Tutsis —las dos tribus implicadas en el genocidio—, la historia de Immaculée, que permaneció escondida en un baño minúsculo durante 91 días, emerge no sólo como un relato extraordinario de supervivencia, sino como un testimonio superador lleno de fe, de esperanza y de reconciliación.
Todos queremos ser felices. En el intrincado recorrido que esto conlleva, solemos encontrarnos con un tono emocional que tiñe las relaciones humanas: el resentimiento. Se extiende en conversaciones críticas, en quejas, lamentaciones y pensamientos negativos. Pero también afecta a las amistades, familias y matrimonios. El germen del resentimiento es capaz de ir sembrando un afán de reivindicación o de venganza, provocando problemas sociales, laborales y personales.
Este libro aborda la entramada problemática del resentimiento y la simpleza que otorga el perdón para salir de él. El perdón —cuyo estudio resulta más fácil que su práctica— se nos presenta como un recurso liberador mientras buscamos la felicidad
Un joven iraquí de familia renombrada toma la decisión de hacerse cristiano. Comienza una persecución, que le llevará a la prisión y a ser acribillado por sus propios parientes …
¿Es posible alcanzar la santidad siendo un adolescente de 14 años que va al colegio, que tiene amigos, que se divierte? La respuesta es si.
el 12 de junio de 1954, el papa Pio xii elevo a los altares a santo Domingo Savio.
¿como fue su vida? Un compañero suyo, Lucas Fiorini, nos lo cuenta en primera persona
Jorge soñaba con ser millonario antes de los 30. Tenía todo para lograrlo: familia, educación, mente brillante y tremenda capacidad de esfuerzo y sacrificio. Era una promesa en vida. Pero enfrentó la tentación del dinero y el poder: se dejó seducir por un grupo de empresarios colombianos y puso su cerebro financiero al servicio del narcotráfico internacional. Años después los llamarían el Cartel de Medellín.
Conoció la cárcel, la tortura y la traición. Envidiaba a las personas que podían ser felices con una vida simple. Hoy disfruta del lujo de ser un hombre común. Y comparte su testimonio para ayudar a la gente a no caer en la trampa de buscar sentido donde no hay nada.
Con fino sentido de adaptación, a ejemplo de san Pablo, Brochero supo “hacerse todo para todos para ganarlos a todos para Jesucristo”. A lomo de mula recorría incansable los senderos montañosos y los caminos polvorientos de los llanos y sierras cordobeses: para asistir a los enfermos y moribundos, para predicar la palabra divina, para atraer las ovejas descarriadas a la práctica del bien y de la virtud. Sabía meterse a fondo en esas almas sencillas.
Brochero tenía el don de la conversación y lo amoldó al modo de ser gaucho. Unía a su léxico y a su valentía la ironía, la espontaneidad, la ocurrencia “paisana”. Y por encima de todo predicaba con el ejemplo: vivía para los demás. «Los filósofos necesitaron, para la difusión de sus doctrinas, el ‘Pórtico’ y ‘la Escuela’, instalados en el corazón de civilizaciones gloriosas; Brochero tuvo por cátedra el lomo de su mula».
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