“Dame Señor un poco de sol, algo de trabajo y un poco de alegría. Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena digestión y algo para digerir. Dame Señor la dosis de buen humor suficiente como para encontrar la felicidad en esta vida, y ser provechoso para los demás”, (Poema atribuido a Santo Tomás).
Dulce y salado hogar es una simple excusa para izar nuestra bandera por las familias. Varias páginas de imágenes, palabras y reflexiones que sostienen que los sabores caseros que emergen de una cocina en funcionamiento, son también la mejor manera para fabricar recuerdos. Un libro de detalles, que sumados unos con otros transforman una casa en hogar; de tiempo dedicado a compartir y disfrutar con quienes queremos; y de aromas -a veces dulces, y a veces salados- que invitan a sentir el gozo de quien saborea la gracia de una vida en familia.
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