La intención de este libro es enseñar a orar, simplificando su práctica y haciéndola asequible a todas las almas: a los sacerdotes, a los religiosos y a todos los demás cristianos que buscan la santidad en medio de la vida cotidiana. Porque la oración es totalmente necesaria para la vida cristiana, y debe ser como la respiración del creyente. El autor nos muestra la oración como el resultado de una intimidad y amistad progresivas con Dios, y describe cómo se puede procurar esta unión, mediante un trato siempre creciente con Jesucristo.