En un tomo anterior el autor nos ha ofrecido un comentario espiritual y exegético de las Bienaventuranzas, que son el exordio cautivador e intrigante del Sermón de la Montaña. Luego, en otro volumen, nos presentó el Padre Nuestro -que es el corazón mismo y a la vez la cumbre del Sermón- en forma de elevaciones al trato filial con el Padre. Ahora, el presente Anuncio asegura la visión de conjunto de las enseñanzas centrales del Sermón: las líneas maestras de su interpretación, su división y principales partes; sin entrar en un análisis detallado de todas y cada una de ellas. Jesús mismo parece haberlo dividido en cinco partes, que el autor llama: lecciones. Pero el Anuncio no solamente ilumina la inteligencia con una enseñanza sino que conmueve y arrebata el corazón: suscita sentimientos, enciende afectos, mueve a orar, da frutos de gozosa conversión en forma de deseos eficaces de vivir como hijos. Las predicaciones que contiene este volumen fueron pronunciadas y grabadas en la Parroquia maronita de San Juan Marón, Godoy Cruz, Mendoza, durante las fiestas patronales del año 2002. La grabación de las mismas fue emitida por Radio María y por otras radios de América latina y España en repetidas ocasiones.
Anuncio del sermón de la montaña – P. Horacio Bojorge
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¿Es posible alcanzar la santidad siendo un adolescente de 14 años que va al colegio, que tiene amigos, que se divierte? La respuesta es si.
el 12 de junio de 1954, el papa Pio xii elevo a los altares a santo Domingo Savio.
¿como fue su vida? Un compañero suyo, Lucas Fiorini, nos lo cuenta en primera persona
La vida de Agustin de Hipona consistió en la superación continua de todo aquello que lo apartaba de su ideal: la verdad. Este joven decidido a encontrarla no se detuvo ni siquiera ante los errores que pudo cometer, siempre contando con la honradez de su conciencia en sus acciones. El arrepentimiento y el reconocimiento de los fallos le dieron en su labor pastoral la humanidad necesaria para comprender a todos los seres humanos, en especial a sus hermanos en la fe.
Cuando tenía veintitrés años, la hermana Guadalupe fue destinada a Belén como parte de la misión apostólica que la Familia Religiosa del Verbo Encarnado realizaba allí. Comenzó entonces una aventura que, catorce años más tarde, la llevaría a Siria, hasta entonces el país más pacífico de Medio Oriente. A los pocos meses de llegar estalló un ataque cruel por parte de grupos islámicos extremos, con los cristianos del país como principales víctimas.
Testigo y protagonista de la fe y la esperanza con la que todos los días los creyentes de Alepo enfrentan la persecución y la muerte, la hermana Guadalupe nos ofrece un relato cargado de historias, imágenes y reflexiones que nos hacen conocer desde adentro una de las peores guerras de la historia.
El pequeño país de Ruanda, ubicado en África Central, es hoy mundialmente conocido por una sola razón: el terrible genocidio de 1994, que se llevó la vida de más de un millón de inocentes y dejó la tierra bañada en sangre y reducida a cenizas.
En medio del horror y la desesperación en la que se vieron sumidos Hutus y Tutsis —las dos tribus implicadas en el genocidio—, la historia de Immaculée, que permaneció escondida en un baño minúsculo durante 91 días, emerge no sólo como un relato extraordinario de supervivencia, sino como un testimonio superador lleno de fe, de esperanza y de reconciliación.
Con fino sentido de adaptación, a ejemplo de san Pablo, Brochero supo “hacerse todo para todos para ganarlos a todos para Jesucristo”. A lomo de mula recorría incansable los senderos montañosos y los caminos polvorientos de los llanos y sierras cordobeses: para asistir a los enfermos y moribundos, para predicar la palabra divina, para atraer las ovejas descarriadas a la práctica del bien y de la virtud. Sabía meterse a fondo en esas almas sencillas.
Brochero tenía el don de la conversación y lo amoldó al modo de ser gaucho. Unía a su léxico y a su valentía la ironía, la espontaneidad, la ocurrencia “paisana”. Y por encima de todo predicaba con el ejemplo: vivía para los demás. «Los filósofos necesitaron, para la difusión de sus doctrinas, el ‘Pórtico’ y ‘la Escuela’, instalados en el corazón de civilizaciones gloriosas; Brochero tuvo por cátedra el lomo de su mula».
Este libro se dirige, ante todo, a cristianos corrientes que, pese a sus limitaciones, se afanan día tras día por mejorar la calidad de su amor. También será útil a quienes estén menos familiarizados con la vida cristiana. ¿Quién no busca la paz interior, la autoestima sin engaños o una mayor capacidad de amar?
El Amor revelado por Cristo es capaz de purificar nuestros amores y colmar los anhelos más profundos del corazón. Ya en esta vida, ese Amor nos concede la mayor felicidad.
La pregunta sobre Dios sigue estando de actualidad. Sigue interesando. Es una cuestión que interpela desde siempre al hombre, que planea sobre él desde que es consciente de su propia existencia, desde que empieza a pensar y se interroga sobre su origen, su destino final y sus motivaciones.
¿Por qué creer? ¿Para qué sirve creer? ¿Está el creyente mejor preparado ante los grandes problemas de la vida, para hacer frente al enigma del mal y de la muerte? ¿Por qué creer en la Iglesia? ¿Cuál es la verdad sobre las páginas más difíciles de su historia? ¿Debe aceptarse todo lo que dice sobre ética sexual? Este libro trata de dar respuesta a estas y otras muchas preguntas.
El anuncio de la Misericordia fue el núcleo central del pontificado de san Juan Pablo II y, al mismo tiempo, constituye la invitación con la que el papa Francisco más nos insiste hoy: contemplar el misterio de la Divina Misericordia que resplandece sobre la oscuridad del pecado para llegar a ser testigos más convencidos y eficaces.
Vivir la misericordia es la esperanza para nuestro futuro: nos restaura nuestra condición de hijos de Dios y nos invita a una vida nueva, en gracia. La misericordia es justicia a la medida de Dios, Amor que nace del amor, se completa en el Amor y fructifica generando la salvación.
«Es un hombre de Dios que me hace mucho bien al alma y a mi vida espiritual», dijo Jorge Mario Bergoglio sobre José María Di Paola, más conocido como padre Pepe.
El lector conocerá un estilo sacerdotal muy cercano al propuesto por el papa Francisco al recorrer junto con Di Paola la Villa 21/24, de Barracas, el día en el que ese sacerdote se despidió de su gente tras ser amenazado de muerte. Será testigo también de los hechos que ayudaron al hijo mayor de una familia de clase media porteña a decidir su vocación, de sus crisis y experiencias en el monte santiagueño.
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